
Salvador Sanchís en primera persona
Salvador Sanchís Correduría de Seguros, Navarrés, S.L. – Navarrés (Valencia)
Hay que poner todo de tu parte y esperar los resultados que siempre llegan. Todos los esfuerzos obtienen respuesta.
¿Cuándo y por qué entras en seguros?
Como casi todo en mi vida, mi relación con los seguros empezó siendo muy joven y desde cero. Cuando cumplí 16 años trabajaba, entre semana, en la cooperativa del pueblo. Cuando terminaba, buscaba empresas que necesitasen una asesoría fiscal y contable. Me preguntaban por seguros y empecé a responder. Entendí que era mejor ofrecer antes de que me preguntasen. Así, con 18 años, comencé a vender seguros.
Tu pueblo es Navarrés. ¿Cuántos habitantes tiene y cuántas personas trabajáis en el negocio?
El pueblo tiene 3.100 habitantes. Ahora somos 26 personas en la oficina y ofrecemos todo lo que necesita una empresa y un particular: fiscal, laboral, jurídico, inmobiliario, seguros, gestoría…
¿Cómo has conseguido crecer tanto en un lugar tan pequeño?
Diría que ha influido hacer las cosas lo mejor que sé en cada ocasión y ponerte en el lugar de la gente, aparte de mi obsesión por crecer en los primeros años. Ahora, el objetivo es mantenerse y seguir creciendo, pero sin obsesiones. Lógicamente, trabajo para todos los pueblos del entorno y otras zonas más alejadas.
¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
Saber que tienes clientes que confían en ti. Es algo que lo sentimos cotidianamente porque, cuando tienen un problema, les ayudamos a resolverlo. Es una responsabilidad importante para cualquier corredor. Además, me gustan los retos, los de los clientes y los propios y las pequeñas cosas que surgen en el día a día.
Los corredores debemos ofrecer 2 tipos de productos: uno con valor añadido (el que comercializamos actualmente) y otro ´low cost´ (atención solo telefónica) compitiendo directamente con las líneas directas. O nos ganamos la confianza de todos los clientes o buscarán otras alternativas.
¿Cuál es el reto más difícil que has afrontado?
Cuando quiebran Forum Filatélico y Afinsa. Se me quedaron colgados 900.000 euros de clientes a los que no sabía qué decirles. Durante 2 días sufrí mucho. Al cabo de ese tiempo, decidí asumirlo personalmente, con la ayuda organizativa de una compañía y con el apoyo financiero de un banco que me prestó el dinero.
Había un montón de personas que, de golpe, se quedaron sin nada. Sé que no era culpa mía, pero me sentí responsable. Decidí asumirlo por mi propia tranquilidad personal. Esas personas depositaron en mí su confianza y no podía abandonarlas.
¿Qué me dices de la fidelidad de los clientes?
Los clientes tienen que notar que estás a su lado, “a las duras y a las maduras”. Lo tienen que percibir de verdad, de otra forma no sirve. Para mí la palabra clave es la empatía, hacer las cosas como creo que las sienten los demás. Que sepan que vale la pena estar aquí. Nosotros estamos para ayudarles y echarles un mano en todo lo que podamos.
¿Qué hacéis para seguir evolucionando?
No parar de pensar y crear nuevas cosas. Siempre hay que hacer nueva producción y sé que tengo que moverme cada minuto para permanecer así. Ponemos en marcha campañas internas que vamos inventando en el día a día, además de las de las propias compañías.
Trabajamos mucho el marketing, las noticias, los correos, las redes sociales… Aunque, sin ninguna duda, la mejor publicidad son nuestros propios clientes y que ellos nos recomienden.
¿Cómo ves el presente y el futuro de E2K?
Hoy me aporta tecnología y servicios. Sin una organización así no sería posible.
Esta nueva etapa nos invita a conseguir muchos objetivos, las posibilidades son infinitas. El éxito dependerá de lo que empujemos todos. E2K nos permite seleccionar compañías, prestar servicios de marketing, saneamiento de bases de datos… Podemos convertirnos en lo que queramos. Tenemos un mundo impresionante de oportunidades por delante.
¿Cómo es un día en tu vida?
Me siento en el despacho y empiezan a lloverme cosas por todos los lados. Lo estoy solucionando delegando mucho y generando jefes de equipo en las distintas áreas. Los temas me llegan más filtrados o son resueltos por ellos mismos. Si no delegara, sería insoportable.
Aficiones
Mi jardín y el cine. En el jardín hay de todo. Mi obsesión es que esté siempre super limpio, soy demasiado perfeccionista. Cada planta tiene su función y está donde tiene que estar.
Mi película favorita es “Seven”.
>> Más información:
Avda. Pintor Tarraso, 62
962 266 437